Yo no creo que Dios existe

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Negar la creencia en Dios no es incredulidad sino “incredulidad profesada” – un ejercicio de auto-engaño. Tú puedes saber cosas, pero no puedes justificar todo lo que dices saber. Argumentar en contra de la existencia de Dios sería muy parecido a argumentar en contra de la existencia del aire, respirándolo al mismo tiempo. Admites que la verdad absoluta existe, pero no puedes justificarla sin Dios. Dices saber cosas que son verdaderas, pero no puedes justificar el conocimiento o la verdad de acuerdo a tu propia visión del mundo. Usas lógica universal inmaterial e inmutable para poder llegar a decisiones racionales, pero no puedes justificar esto. La verdad, el conocimiento y lógica no son las únicas maneras en que Dios se te ha revelado, pero son suficientes para enseñar la irracionalidad de tu manera de pensar y revelar tu culpabilidad.

Hay una razón por la cual tú niegas la existencia de Dios y no tiene nada que ver con pruebas. Te lo puedo mostrar. Examina cuál fue tu reacción inicial hacia la prueba de la existencia de Dios ofrecida en este sitio web. ¿Piensas que puedes seguir negando a Dios porque no eres un científico o filósofo, pero “seguramente en algún lado, en algún tiempo, un filósofo o científico va a encontrar una explicación para la verdad, el conocimiento, y lógica aparte de Dios?” ¿Trataste de proponer una explicación alternativa tú mismo, o talvez ni consideraste que la prueba era válida?

Poniendo tu esperanza en que una explicación alternativa de la verdad, el conocimiento, y lógica universal, inmaterial, e inmutable, podria algún día ser encontrada aparte de Dios, es un salto de fe ciega, o una ilusión. ¿Qué no es interesante que sea exactamente esto lo que dicen de los Cristianos aquellos que profesan no tener fe?

Por favor examina la verdadera razón por la cual estás huyendo de Dios. Es mi oración que Dios te abra los ojos y te cambie el corazón para que puedas ser salvado de su pecado, alcanzado por el amor de Dios en la persona de Jesucristo, y llegando a conocer la paz que sobrepasa todo entendimiento.